COLOMER, ÁLVARO
Aunque Ojo de Tiburón ha muerto, la secta ha secuestrado a Derek y lo ha trasladado a su sede central en Japón. Parece una locura para Nerea plantearse si quiera tratar de rescatarlo, pero la policía no avanza en sus investigaciones y ella sigue sintiendo que le quiere y que es la única esperanza del chico. Sólo cuando se ve dentro del Airbus A380 con destino Tokio se da cuenta de que ya no hay vuelta atrás, ignorando si puede fiarse de la rama japonesa de la fky7, una organización dedicada a combatir a la secta Koruki-ya.