JORGE GONZALVO DIAZ
Yo era muchas cosas diferentes: amasaba cruasanes con caras felices en una pastelería que abría de madrugada, pintaba cuadros de buhardillas a la orilla del Sena, pilotaba funiculares. He sido el cuidador de una isla desierta. En una ocasión fui catapultado como hombre-bala en un circo de tres pistas.