WIENER, GABRIELA
Si el mundo tal como lo conocemos se termina, celebrémoslo. Desde la escritura, y desde el sexo, y desde la insurgencia: la fiesta personal y política de Gabriela Wiener.«Pincho la música fuerte en la sobremesa. / Bailo antes del postre. / Me tomo la cerveza antes de que se caliente. / Me salto los preámbulos del amor. / Pero no me doy prisa.» El momento justo, que llegue cuando llegue: Gabriela Wiener sube el volumen y dispone cada elemento en su lugar, no siempre el que se espera, nunca el que conviene. Una pequeña fiesta llamada Eternidad habla de un mundo que se acaba, pero no todavía: del pasado que nos encauza hacia el futuro, de la noche ùcon su díaù y de la revolución. En estos poemas se baila como bailan los cuerpos al sonar el amor y el deseo, las utopías y las decepciones, la rabia y la esperanza; también las ficciones que «nos ayudan a soportar la vida» frente a la misma vida que no sabemos si decir o no. De fondo se oyen los versos de Sylvia Plath, de Anne Sexton, acaso el golpe beat, tan altos y salvajes los de Carmen Ollé. En esta celebración inagotable se ama y se promete todo, incluso la sal