J. SIERRA I FABRA
Antes la casa vieja se encontraba rodeada de hermosos paisajes. Ahora vive rodeada de rascacielos grises que la asfixian. Los nuevos edificios se burlan de ella porque es vieja y pequeña, y también lo hace la gente que vive en la ciudad. Pero las cosas cambian cuando la casa vieja es restaurada y se convierte en Patrimonio de la Humanidad.